EL OCÉANO AL FINAL DEL CAMINO

Título: El océano al final del camino
Autor: Neil Gaiman
Editorial: Roca
Nºpáginas: 297
ISBN: 9788415729570

Un hombre vuelve a la zona donde vivió hace cuarenta años para asistir a un funeral. En un arranque incomprensible e inesperado, decide acercarse a la casa de su amiga de la infancia, Lettie. Y es ahí donde los recuerdos que no sabía que tenía empiezan a fluir, como el océano que Lettie insistía que era, en realidad, su estanque. La memoria se mezcla con la fantasía mientras el protagonista nos cuenta un viaje imposible, en un mundo que puede o no existir, repleto de monstruos imaginarios que se hacen reales en el relato de ese niño de siete años. Tan reales como los monstruos que los adultos si podemos entender y temer, y ante los que la única defensa con la que cuenta el niño son las tres extravagantes mujeres que viven al final del camino. 

Todo el mundo habla mucho de Gaiman, incluso recuerdo que el año pasado fui a la feria del libro y había una cola enorme para que él firmara libros, porque vino a Madrid, pero yo aún no sabía muy bien quién era, y tampoco me decidía a leerlo, pero este libro me lo regalaron por el cumple y me puse el mismo día que llegó a mi a leerlo. Tenía tanta curiosidad.

Ahora lo entiendo todo, este hombre es capaz de meter lo fantástico en lo real de una manera casi imperceptible. En este caso nuestro protagonista es un hombre adulto que va camino a un funeral pero sin saber por qué se desvía hacia la zona en la que estaba su antigua casa, ahora convertida en una urbanización, y sigue hacia delante y se planta en una granja que le resulta familiar y recuerda que allí tuvo una amiga, Lettie y que solía jugar con ella. Decide entrar y se encuentra con una anciana que cree que es la madre de la chica, entonces le invita a pasar y el se sienta en un banco que tienen en el jardín al lado de un estanque y empieza a recordar que para Lettie eso era un océano y poco a poco su memoria se va llenando de una aventura que vivió con ella cuando se conocieron.

En esta aventura aparecen animales voladores, una especie de lobo volador, lonas de tela que se convierten en niñeras que quieren matar al protagonista porque antes han sido un gusano que se ha metido en su pie y ahora su camino de vuelta está dentro del niño (esta parte me lo hizo pasar muy mal porque los gusanos y yo no nos llevamos bien, y para mi fue tétrico. También hay un idioma extraño que hace que las cosas cambien, pero no son conjuros porque a Lettie no le gusta que lo llamen así.

Es sorprendente como te parece que todo realmente ocurrió, porque está en los recuerdos de nuestro protagonista, y si está en tu cabeza, ¿significa eso que no es real? (jajaj meto aquí homenaje a Albus Dumbledore). Nos hace pensar que muchas veces olvidamos el mundo que teníamos de niños por meternos demasiado en el de adultos, y creo que no está bien, que ser niños tiene que ser algo que no podemos dejar atrás así como así, siempre tienen que vivir un niño dentro de nosotros para poder alegrarnos los días y hacer todo más llevadero y menos gris.

Este libro tiene acción, aventura, magia, seres extraños, y no tiene amor, que es algo que de vez en cuando se agradece. Es la combinación perfecta y creo que el autor se ha ganado que lea algo más de él para poder descubirirlo mucho más.

Le doy un 4/5 y os la recomiendo 100% y agradezco a la personita que me lo regaló <3