PULSACIONES

 Elia se acaba de despertar de un coma y está un poco perdida. Lo último que recuerda es un concierto y una frase: "No puedo devolverte la canción, pero puedo mostrarte cómo danzan los peces". Ahora que sus padres le han comprado un Smartphone, Elia por fin tiene acceso al Heartbits (un programa en la línea del WhatsApp) y los lectores somos testigos de todas sus conversaciones. Con la ayuda de su mejor amiga, Sue, Elia intentará recuperar los tres días que ha olvidado y, mientras tanto, conocerá a Tommy, un estadounidense que viene de intercambio a España; a Marion, una chica con media cara quemada que asiste a su terapia de grupo, y a Phoenix, un desconocido al que le encantan los aforismos.

El otro día entré en la biblioteca y de frente a mí había un estante con libros nuevos recién llegados, este me llamó y tuve que llevármelo a casa, y es que hay veces que los libros te eligen a tí y te llegan en el momento clave, haciéndote creer que están describiendo parte de tu vida, por lo que los disfrutas algo más.

Este libro está escrito entero en forma de mensaje de Heartbits, una aplicación parecida a whatsapp por la que Elia, nuestra protagonista empezará a hablar con sus amigos tras un accidente de coche del que no recuerda nada, pero tampoco recuerda nada de los días anteriores, y eso la martiriza porque quiere saber qué pasó, ya que esos días no estuvo con sus amigos mucho tiempo y nadie parece poder aclararle nada.

A pesar de no ser una historia narrada, sino solo conversaciones, la historia queda clara y te imaginas todo lo que pasa, incluso me gusta porque tienes que poner algo más de imaginación y porque así los personajes tienen más fuerza, se ve más su personalidad desde el principio.

Elia además de chatear con sus padres y amigos, empezará a chatear con un extraño llamado Phoenix, que le dice frases profundas, pero poco acerca de su vida, ni por qué tiene su número y la conoce, pero, aún siendo reticente al principio Elia, acabarán hablando más a menudo, y sintiendo que sin conocerse hay una persona al otro lado del teléfono que está ahí y te hace sonreír y alejarte de los malos pensamientos. Me ha gustado cómo esta parte se ha expresado en el libro a través de las palabras de Elia y Phoenix, la angustia de pensar que sientes algo por alguien que está detrás de una pantalla y no a tu lado, el miedo a que desaparezca de tu vida sin haberlo visto, tocado, olido; lo extraño de algo tan intenso y rápido...

Durante el libro también habrá una parte de misterio intentando saber quién es Phoenix, quien estuvo con Elia los días previos al accidente, aparecerán recuerdos que alterarán más aún las cosas y pondrán más nerviosa a Elia si cabe.

En general una historia entretenida, que se lee enseguida por su formato, que te hace reflexionar un poquito y a veces identificarte.