LA LEY DE LOS JUSTOS

Título: La ley de los justos

Autor: Chufo Lloréns

Editorial: Grijalbo

Nº páginas: 1152

ISBN: 9788425352904

A finales del siglo XIX, Barcelona vive una época de esplendor. Acaba de celebrarse con gran éxito la Exposición Universal y una burguesía próspera y culta, que busca inspiración en los salones parisinos, exhibe su elegancia en fiestas y veladas musicales. Pero al otro lado de la ciudad, donde las calles se estrechan y huelen a pobreza, el rencor y la injusticia están fraguando una revolución capaz de recurrir a la violencia más descarnada. En este ambiente cargado de desconfianza y temor, Candela y Juan Pedro, procedentes de clases sociales muy distintas, tendrán que enfrentarse a los prejuicios de unos y otros para defender su amor.

En primer lugar agradecer a la editora del autor por el envío del ejemplar, tenía muchas ganas de leerlo.

No será una reseña fácil de hacer porque la historia me ha encantado y a pesar de sus 1152 páginas no se me ha hecho larga. Nos situamos a finales del s. XIX entre Barcelona y Cuba, en plena revolución industrial, gran parte de nuestros personajes pertenecen a empresarios ricos que mueven la mercancia por el mar como puros, azúcar, etc, pero también tendremos protagonistas de más baja clase, algunos tan hartos de los más ricos que se meterán en el mundo anarquista para intentar defender sus ideas y derechos.

Sería una reseña extensísima si os comentara todos los personajes, porque son muchos y todos tienen importancia en la novela, además en el libro nos viene un Dramatis Personae para ayudarnos a no perdernos, sobre todo al principio; porque como toda novela histórica en las primeras páginas todo es caos y confusión y no sabes de qué te hablan hasta que no vas entrando en materia.

La narración del autor me parece magnífica, no había leído nada de él pero estoy segura de que repetiré. Hace descripciones de los sitios y realmente te transporta don de los personajes, pero sin caer en ser muy recargadas o pesadas, y eso en novela histórica me parece un logro, porque es muy fácil hacer la lectura tediosa relatando el ambiente o algunos sucesos, y en este caso no pasa. Me gusta que hay muchas anotaciones a pie de página en la que nos dice si hay alguna licencia literaria, como meter algún aparato no usado en aquella época, o si esa parte está basada en algo que pasó en realidad o en algún personaje que si existió (Además lo explica en la nota de autor).

A mi el personaje que me ha enamorado desde el primer momento es Luisa. Luisa es madre de Máximo, que trabaja en la fábrica de Práxedes Ripoll (otro de los protagonistas, en este caso empresario adinerado) y de Juan Pedro, un niño que también me ha encantado desde la primera vez que apareció. Toda su historia me ha parecido conmovedora y me ha tenido enganchada.

A Germán Ripoll (hijo de Práxedes) sin embargo le cogí una manía increíble, es un ser despreciable y un montón de descalificativos más que no voy a poner porque escribiría un testamento. Pero a pesar de ello tengo que reconocer que es un personaje muy bien hecho y con una evolución increíble. Todos los personajes cambian un montón a lo largo de la historia y crecen mucho como personas, se van afirmando en su personalidad.

Otra de las cosas que me ha gustado es que según avanza la lectura te das cuenta que nada de lo que nos narra el autor es en vano, todo acaba teniendo significado más adelante y se atan algunos cabos. No he notado partes de relleno (y eso justo lo comentaba con Chema, de El lector que llevas de dentro, ahora mismo), para mi nada ha sobrado y se me ha hecho muy ameno.

La parte en que profundizaba en el movimiento anárquico me ha encantado para poder entender qué pasaba en aquel momento y además desde la perspectiva tanto del obrero como del empresario, visiones muy diferentes que te hacen reflexionar y pensar.

En general una novela histórica deliciosa, que te transporta al s. XIX y te envuelve y te hace disfrutar, con un final en parte previsible pero por otra parte te deja con la boca abierta. Recomendable 100%