LA CARNE

Título: La carne

Autora: Rosa Montero

Nº páginas: 240

Editorial: Alfaguara

Una noche de ópera, Soledad contrata a un gigoló para que la acompañe a la función y así poder dar celos a un examante. Pero un suceso violento e imprevisto lo complica todo y marca el inicio de una relación inquietante, volcánica y tal vez peligrosa. Ella tiene sesenta años; el gigoló, treinta y dos.

Desde el humor, pero también desde la rabia y la desesperación de quien se rebela contra los estragos del tiempo, el relato de la vida de Soledad se entreteje con las historias de los escritores malditos de la exposición que está organizando para la Biblioteca Nacional.

Este libro me entró completamente por los ojos cuando fui a la presentación. Es imposible escuchar hablar a Rosa Montero y no quedarse embelesado y con ganas de leer sus historias. Porque para mí ha sido la primera vez pero os aseguro que no la última. Rosa tiene el don de la palabra tanto hablada como escrita y eso no es fácil de encontrar en muchos autores.

Voy a contar poco de la historia porque la propia autora lo pide al final del libro. Le gusta que el lector vaya sin saber demasiado qué se va a encontrar. Y de todos modos si leéis la sinopsis ya bastante estáis descubriendo. Y os animo a que la superficialidad no sea la que os domine a la hora de descartar la lectura porque reconozco que si se lee la sinopsis puede parecer algo simple y banal pero creedme que detrás de todo esto hay una historia que conmueve. 

Soledad tiene una vida que no es especialmente feliz, si que tiene un trabajo que adora pero justo en este momento le están poniendo trabas a su exposición y su vida amorosa es un caos. A través de los pensamientos de Soledad vamos a descubrir por qué es tan desdichada y se ve tan reflejada en esos escritores malditos que quiere dar a conocer en su exposición.

Me encanta que la autora dentro de su novela meta datos de otras novelas o datos reales como en este caso los de los escritores malditos. Historias que realmente parecen inventadas pero sucedieron en verdad, y todas con un nexo común que iremos descubriendo en la novela y que nos hará ver por qué la protagonista se ve reflejada. 

Una manera de narrar tan envolvente que cuando te das cuenta llevas casi la mitad del libro y temes que acabe porque no quieres para. Situaciones que nos hacen encoger el corazón y en otras ocasiones enfadarnos porque no entendemos la actitud de la protagonista. He de reconocer que en un momento quería entrar en el libro y sacudirla para que espabilara, pero también reconozco que al final del libro fui capaz de entender su postura, al fin y al cabo ella quería amar y ama de una manera pura y transparente, sin ser para nada egoísta.

El libro también nos hará pensar sobre el paso del tiempo debido a la edad de la protagonista, 60 años. Pensaremos tanto en el pasado y su huella como en ese ansia de futuro que a veces nos lleva a no apreciar para nada el presente. Es algo que la autora recalcó en la presentación y cuánta razón tiene. 

Vamos un libro que es una delicia leer, que atrapa desde el primer momento y que nos hace ir viendo los derroteros de la vida cuando va pasando el tiempo y buscamos amor en todos sus sentidos.