LA MECÁNICA DEL CORAZÓN

En la noche más fría del siglo XIX, nace en Edimburgo, Jack, el frágil hijo de una prostituta. El bebé nace con un corazón débil y para salvarlo le colocan un reloj de madera al que habrá de dar cuerda toda su vida. La prótesis funciona y Jack sobrevive, pero debe respetar una regla: evitar todo tipo de emoción que pueda alterar su corazón. Nada de enfados, y sobre todo, nada de enamorarse. Pero Jack conoce a una pequeña cantante de ojos grandes, Miss Acacia, una joven andaluza que pondrá a prueba el corazón de nuestro tierno héroe. Por el amor que siente hacia la joven, Jack se lanzará a una aventura quijotesca que le llevará desde Edimburgo a París, a las calles de Granada, haciéndole conocer las dulzuras y durezas del amor.

Antes de leer el libro había leído muchas críticas de él, y no todas eran buenas, algunas demasiado malas, y creo que yo he hecho bien en leerlo sin expectativas, sin saber a penas de qué iba, porque lo he disfrutado muchísimo, aunque también me ha hecho pensar demasiado y ponerme a reflexionar sobre ciertos temas en mi vida.

La manera de escribir del autor me ha resultado tan envolvente que sientes perfectamente lo que siente el pequeño Jack en todo momento.

La historia está contada en primera persona por el propio Jack, que nos narra su vida como si fuera una historia ajena a él, puesto que nos narra hasta su nacimiento como si lo hubiera podido ver desde la lejanía. Al ser hijo de una prostituta, acaba abandonado en casa de Madeleine, la mujer que asiste esos partos, una mujer a la que algunos acusan de bruja. Como es una noche muy fría nuestro pequeño protagonista nace con el corazón mal y Madeleine para repararlo le pone un cuco de madera, al que tiene que dar cuerda.

Nadie quiere adoptarlo a causa del Tic Tac que hace su corazón, y al final tiene que vivir con ella y compartir su vida con una familia estraña, porque también están dos prostitutas que serán para Jack como dos tías y Anthony que será una mezcla de tio y hermano porque parece un niño grande. Todos harán su vida más fácil. Pero todo se complica cuando acude a la ciudad por primera vez y se encuentra con una niña de su edad Miss Acacia, que hará que su cuco arda y que las manecillas del reloj le duelan y se le claven.

Aquí Madeleine le hace una advertencia: jamás debe enamorarse si no quiere que su corazón sufra y reviente.

A partir de este momento el libro nos lleva por una carrera de Jack para encontrar a Miss Acacia, no le importa donde esté ni lo que pase si se enamora, está decidido a correr el riesgo de lo que sea por su amor. Cosa que nos hace reflexionar y pensar en todo lo que sacrificamos a veces por amor, pensando que lo que sentimos es más fuerte que todo lo que se nos ponga en el camino. Es una reflexión muy bonita sobre todo para aquellos que quieren tirar la toalla en la lucha de conquistar a la persona amada.También nos hace ver lo que puede pasar si no dominamos la ira o el rencor, pueden dañarnos seriamente el corazón.

Pero en el libro no todo es amor, también hay partes oscuras y macabras, muy bien llevadas por el autor, y un mundo de fantasía con unas metáforas exquisitas que te harán estar un rato dando vueltas a lo que acabas de leer. Y el amor que aparece no es solo el que puede haber en una pareja, también se hace muy visible, sobre todo hacia el final el amor madre-hijo que existe entre Madelein y Jack.

Aparecen en la historia personajes como Jack el Destripador o el mago Houdin. Dándole un toque más de cuento y realidad a la vez. 

Creo que todo el mundo debería darle una oportunidad y prepararse para deleitarse con las frases que contiene, y sufrir un poco a lo largo de las páginas pensando y trasladando las experiencias del libro a nuestra propia vida.