TIC-TAC. CUATRO CUENTOS Y UN SECRETO

Título: TIC-TAC cuatro cuentos y un secreto

Autores: Diego Arboleda y Eugenia Ábalos

Nº páginas: 140

Editorial: Libre Albedrío

Todos los años tienen un otoño, pero no todos los otoños tienen un perro mecánico que no sabe ladrar, un hombre sin rostro que ama el silencio, doce esbeltas golondrinas y un misterioso jardín en el que, en lugar de plantas, crecen relojes. En este libro encontrarás cuatro cuentos repletos de tic-tacs, minuteros y segunderos. Cuatro relatos que hablan sobre la infancia, la amistad y el misterioso paso del tiempo. Y, entre sus páginas, escondido, el secreto mejor guardado por los relojeros.

Ay qué bonito ha sido este libro. Creo que hacia mucho que no me emocionaba tanto y me dejaba tan buen sabor de boca una historia como esta. Creo que es de estos libros que leeré en los momentos que esté más de bajón para alegrarme el alma y quedar con una sonrisa en la boca.

En el libro nos encontramos cuatro cuentos con un hilo conductor. Enlazados entre sí nos cuentan la historia de un niño cuyo abuelo fue relojero y aunque él no llegó a serlo un amigo suyo si. Entonces en las páginas nos hablarán mucho de relojes e indirectamente del tiempo y de su paso.

Mediante historias de relojes de cuco que fueron perros que no ladraban, o personas sin cara que amaban las golondrinas como en la historia de "El príncipe feliz", o de una casa con un jardín lleno de relojes iremos comprendiendo que el tiempo pasa y tiene sus consecuencias. Pero no por eso debe de ser malo. Todos tenemos un reloj que no deja de hacer tic-tac y que algún día se parará.

A pesar de los que pensaba cuando iba viendo qué derroteros iba tomando la historia, el final no me ha hecho llorar y sentirme apenada. Todo lo contrario, he sonreído porque es tan bonita la manera en que lo narran y con unos dibujos tan preciosos que borra ese rastro de amargura que puede dejar el hecho de hablar de la muerte aunque no sea de manera directa.

Un regalo genial no solo para niños, porque los adultos también sufrimos pérdidas que dejan un vacío en nuestro corazón y necesitamos que nos las adornen para sufrir menos y entender que el tiempo pasa y no siempre eso es feo.

De verdad que me ha encantado tanto la historia que hay como el mensaje de trasfondo unido a los preciosos dibujos. Toda una obra de arte hecha libro.