TIERRA EN LA GARGANTA

Título: Tierra en la garganta

Autor: Miguel Rubio

Nº páginas: 185 páginas

Editorial: Ediciones Carena

Tomás acaba de matar a un hombre. Los recuerdos estallan en su cabeza con ecos de trenes reventados y golpes en la lona. Perdido en un lugar donde no debería estar, pronto se verá en medio de un fuego cruzado. Mientras Jenny, atrapada en su propia tela de araña, podría ofrecerle una última oportunidad, el sueño de escapar juntos hacia playas de un sur imposible, recorriendo carreteras vacías y baladas que susurran promesas de un amor inalcanzable. 

Continuando el relato de “Pago de favores” (La ciudad rota, Carena, 2014), Miguel Rubio, una vez más, nos regala una trepidante historia tejida con tensa precisión. Personajes tan reales que asustan, descripciones certeras como disparos y frases como latigazos eléctricos en un muy personal y fascinante homenaje al género negro.

Que el lector respire hondo, porque tal vez no vuelva a hacerlo hasta cerrar este libro.

Esta novela es corta pero muy muy intensa y es de las que se quedan en tu cabeza aún cuando has acabado de leer hace unos días. Por la sinopsis esperaba algo duro y realista, pero ha superado mis expectativas con creces. 

Para empezar el personaje principal, Tomás, me ha parecido uno de los personajes mejor creados que he leído. Quizá no es el típico personaje que es un buenazo y todos quieren, es más bien lo opuesto. Y no es el típico malo creado para empatizar y agradar al lector. Lo bueno de Tomás es que es un personaje 100% real, tiene sus miedos y sus sombras como puede tener cualquier persona (porque todos tenemos oscuridad dentro, aunque potenciemos más la luz), pero también tiene un pasado muy duro que hará que conectemos con él. Al contar de su propia voz la historia también favorece a que entendamos muchas de las acciones que realiza durante la historia, igual no entendemos todas, pero también con este libro comprendemos que, tras una tragedia tan grande como la de Tomás, todo en tu vida cambia y ya no ves nada con los mismo ojos. El tema de su pasado me atrae mucho y he quedado con mil ganas de leer "La ciudad rota" sé que será un libro muy duro, pero a veces leer este tipo de historias es necesario.

Vamos a seguir a Tomás a través de unos de los días más intensos de su vida, en los que está en juego qué pasará con su futuro. A lo largo de esos días vamos a conocer personajes que quizá no nos gusten demasiado, pero otros nos harán volver a tener fe en la humanidad, aún hay personas que merecen la pena. 

El autor retrata de maravilla los bajos fondos que habitan en todas las ciudades. Ese mundo al que cerramos los ojos para no ver las desgracias que conlleva y lo mal que acaba la gente. Creo que es muy necesario que de vez en cuando abramos de golpe los ojos a esta realidad y nos demos cuenta de lo afortunados que somos por lo que tenemos. Este tipo de historias me hace sufrir, pero también me hace ver que la vida no siempre es bonita y que hay gente que decide caminos que cambian su vida para siempre.

Me ha gustado mucho también que el autor metiera fragmentos de canciones durante la narración, así es más fácil ambientar el libro, y ayuda a descubrir canciones que quizá de otra manera no hubiera escuchado. También la música nos ayuda a ponerle sonido a la historia e imaginarnos en situaciones que quizá nos cueste recrear en la mente por lo crudas que son. 

La parte romántica también ha sido muy realista en todo momento, y sobre todo lógica. Se entiende muy bien todo lo que hace Tomás, sobre todo si tenemos en cuenta lo que perdió en el pasado y todo lo que eso que pasó maneja sus decisiones en el presente. Y el final me gustó mucho, quizá es agridulce, pero al fin y al cabo la vida real suele tener a veces finales algo agrios.

En resumen, un libro que de verdad recomiendo, es duro por lo que cuenta y por ciertas escenas, pero necesario para entender y valorar. Un autor que estoy deseando volver a leer porque me ha parecido que su manera de perfilar personajes es exquisita y trata temas bruscos con delicadeza pero si almíbar.