Las pequeñas Joana Rapetti y Carla Salvat de cinco años, desaparecen del colegio a plena luz del día, sin dejar rastro. Ángel Martínez, abogado penalista de éxito, recibe misteriosos mensajes y sospecha que detrás de éstos (y de la desaparición de las niñas) se encuentre un exconvicto a quien años atrás ayudó a meter en la cárcel por abuso de una menor. El sargento Joan Puig de los Mossos d’Esquadra, exmilitar deslenguado, y el cabo Roberto Martínez, mujeriego empedernido y solitario, lideran la investigación policial, apoyados por Fátima Benkarine, una joven de veintiséis años en su primera experiencia como policía. ¿Conseguirán éstos hallar a las niñas, y salvarlas? ¿Qué significan los mensajes que recibe Ángel? ¿Quién los envía? Y, ¿quién es Ángel? ¿Quiénes somos nosotros?
Un libro con una temática que me ha hecho sufrir un poquito pero creo que el autor ha sabido salvar para crear una novela muy interesante. En esta ocasión nos encontramos ante la historia de la desaparición de dos niñas pequeñas sin saber quién es el que lo ha ideado todo. Pero la historia no empieza aquí, antes conoceremos un poco del pasado de Ángel (quizá para mi gusto esta parte está un poco sin pulir y le falta profundidad ya que suceden cosas demasiado rápido, entiendo que es para no entretenerse demasiado y exponer lo principal, pero se hace rápido). El hecho de narrar primero el pasado de Ángel tiene sentido aunque no lo entendamos hasta más adelante en el libro.
Un thriller que no solo nos presenta una historia policial, también nos hará profundizar en el alma humana o en la falta de ella. Ya os digo que el tema que se presenta es duro, tanto que a veces tenía que parar de leer (soy especialmente sensible con ese tema y me revuelve un poco), pero creo que está tratado con mucho tacto y cuidado para poder hacerlo más llevadero. Un punto positivo para el autor.
Además me ha gustado mucho que introduzca amor homosexual en los protagonistas, al fin vamos saliendo de los clichés y nos encontramos ya con la normalidad de nuestro día a día. Otra cosa que da punto positivo al autor. Por no hablar de todos los temas legales que incluye, al ser abogado hace que sean reales y además nada aburridos. Una forma de narrar muy ágil que nos lleva de una página a otra con intriga y sin darnos cuenta de que pasa el tiempo a nuestro alrededor.
En todo momento estaremos dándole vueltas a la cabeza para intentar adivinar quién se llevó a las niñas y por qué motivo, sin llegar a saberlo hasta prácticamente el final. Porque si que hay un momento en que ya tenemos sospechas y se intuye, pero aún así merece la pena leerlo hasta el final porque hay bastante acción y varios giros de trama que nos harán tener los pelos de punta.
Es una historia muy bien hilada y conectada, con unos personajes bastante fuertes que nos van a demostrar que uno puede conseguir lo que se proponga, sea lo que sea. Creo que aquí se representa muy bien diferentes aspectos de la sociedad de hoy en día y la manera en que estos se van normalizando hasta hacerse normales. Así como se denuncian otros hechos que no deberían existir.
Me ha durado un suspiro en las manos el libro y creo que es muy recomendable, un gran acierto por parte del autor haber creado esta historia. Espero poder leer algo suyo pronto.
Este libro no es para mi, lo dejo pasar.
ResponderEliminarSaludos