EL SECRETO DE LOS NOCTURNOS

Valencia, 1589. Un alto representante del clero y persona de confianza del Rey Felipe II encuentra la muerte entre las sombras silenciosas de la noche. La necesidad de taparlo y encontrar a los culpables provocará que las altas cúpulas de la Santa Inquisición recurran a un habitual colaborador, el padre Francisco Agustín Tárrega.

Las capacidades analíticas y deductivas del padre Tárrega lo embarcarán, junto a sus pupilos de artes teatrales, Guillem de Castro y Lope de Vega, en la resolución de un misterio que sacará a la luz peligrosas intrigas que agitarán a las altas esferas del poder. Todo ello en el marco de una población y un tiempo en el que las diferentes culturas conviven con el miedo y la desconfianza. Una época en la que también la razón, la esperanza y la lógica escapaban de la férrea sombra católica en reuniones clandestinas y sociedades secretas.

En cuanto vi este libro me llamó la atención. Está desarrollado en una época de la historia que me encanta y sobre la que hacía mucho que no leía, además de meter personajes reales en las historia como Lope de Vega. Un cóctel que apetecía bastante.

Me ha gustado mucho su lectura, creo que la descripción, tanto de los personajes como de los lugares, es maravillosa. Todo ese entramado de pasadizos y túneles que recorren Valencia para preservar todo lo que no quieren nuestros protagonistas que llegue a manos de la Santa Inquisición. Las calles de la ciudad en aquella época, todos los actos realizados por la Inquisición, y sus lugares de actuación. Creo que es una de las partes más potentes que tiene el libro. Todo ello narrado con la voz del pasado, el autor ha hecho una labor muy buena para poder narrar la historia tanto en tercera como en primera persona y trasladarnos directamente a la manera de contar las cosas de la época. Si que debo admitir que quizá por eso la lectura del libro no es del todo ágil, pero aún así fascina mucho la manera en que está escrito.

Me ha gustado también que este libro nos hace ver las barbaridades que se hacían (y se siguen haciendo aunque de otra forma) por religión. Estamos acostumbrados a los libros de historia que nos cuentan las cosas sin más, pero enmarcar en todo ello personas, con sus problemas y su vida (aunque sea ficción), lo hace mucho más llamativo y contundente, dejándonos más visible y palpable todo lo que aconteció.

Los personajes me encanta cómo los ha creado, y  más teniendo en cuenta de que, como dije antes, se mezclan con personajes que han sido reales. Pero tengo predilección por el personaje que nos narra trozos en primera persona (no digo quién para no desvelar nada más). Creo que el autor ha tenido que hacer mucha investigación para conseguir esto.

Un libro que entretiene, enseña, nos hace estar en tensión durante su lectura y nos transporta a otra época en la que no todo era fácil, pero desde luego si estaba todo lleno de aventuras. Una sorpresa que me ha gustado mucho.